Otra vez dejamos dos puntos y en esta oportunidad fue jugando como visitante en el Estadio Ubilla ante Cerro Largo.
Pero lo que realmente preocupa no fueron los dos puntos solamente, sino también que no es la primera vez que Nacional no logra vulnerar el arco rival; también es tétrico que en casi 90 minutos no se haya pateado al arco.

En primer lugar, y aunque a muchos bolsos nos duela, si hubo un equipo que mereció ganar el partido fue Cerro Largo, que tuvo la iniciativa y fue el que realmente hizo méritos para llevarse el triunfo. Cuando Enzo Borges tuvo contacto con la pelota en el área inquietó; cuando Hamilton Pereira tomó la pelota fue la manija del equipo y el ex Tacuarembó presionó siendo la salida limpia de su equipo además y Facundo Rodríguez que dejó un surco por la banda izquierda enloqueciendo a un Armando Méndez que nunca pudo afianzarse.

Lo de Nacional, en líneas generales, fue muy pobre. El equipo una vez más no jugó a nada, la defensa tuvo problemas en controlar las llegadas de Facundo Rodríguez ni mostrar seguridad, el medio dentro de todo estaba bastante bien en la marca pero demasiado flaco en la faceta ofensiva sin que Neves pudiera desplegar su fútbol ni tampoco Ocampo y Pablo García pudieran gravitar; Bergessio estuvo muy solo arriba, no le llegaron pelotas claras y además estuvo bien controlado por su marcador Mauro Brasil.
Sin mencionar además que Giordano se equivocó - una vez más - en la lectura del juego y en los cambios. Los mismos llegaron tarde - recién en los 61 entró Villar por Pablo García de muy pobre partido - y fueron equivocados.
Villar entró por García para jugar con un 4-3-3 pero fue controlado totalmente, incluso cuando los jugadores arachanes lo "cuerpeaban"apenas, era derribado. Llama la atención esto último estando Gesto en la preparación física.
Trezza entró por Armando Méndez pero fue más de lo mismo; lo único que lo salva al juvenil es que Giordano lo marea tanto que ni él mismo sabe de que juega.
También estuvo el cambio de García por Trasante - un "5" por otro - que nadie entendío; se supone que se debía salir a ganar y dejó a Axel Pérez y Ramírez en el banco y los cambios por partido son cinco.
Así que, mirándolo de varias ópticas lo único que se puede sacar en conclusión es lo siguiente: CERO ABSOLUTO. Cero chances, cero goles, cero fútbol, cero actitud y cero rebeldía.
Con respecto a los rendimientos de los jugadores tricolores, solamente se puede destacar la seguridad de Rochet en el arco y Orihuela en la zaga.














