Nacional volvió a jugar mal y sigue sin ganar en el Torneo Clausura, esta vez perdió en calidad de locatario frente a un Progreso que está complicado en el descenso.

¿Qué decir del partido en general? Lo primero sería que los partidos hay que jugarlos y que en la cancha son 11 contra 11, que duran 90 minutos y que lo gana el que haga mas goles...No descubrimos nada con esto pero estaría bueno irlo recordando. Antes de que se jugara, los "eruditos" del fútbol daban como amplio ganador a Nacional. En cuanto a cantidad de plantel y calidad, era favorito pero en la cancha se ven los pingos.
Segundo, Nacional apenas generó chances, tuvo un penal que fue un poco desperdiciado por Gonzalo Bergessio y otro poco atajado por el arquero Rodrigo Formento al cual no hay que quitarle méritos.
En los primeros minutos Nacional había generado alguna chance con un cabezazo de Matías Zunino que lo tapó bien Rodrigo Formento y no mucho mas.
Progreso fue en el primer tiempo, bastante mas que Nacional y si bien no pudo abrir el marcador en la primera mitad, quedó claro que no vino a especular sino a ganar; a veces es mas peligroso un rival que está complicado por el descenso que un equipo chico que tiene chances de salir campeón.

Nacional volvió a ser un equipo sin ideas, previsible y lento, además había mostrado nuevamente las carencias en la defensa; los laterales eran desbordados a placer por los jugadores de Progreso y además no aportaban nada en ofensiva. Con respecto al fútbol, faltó a la cita: Bergessio no tuvo ninguna y jugó mal, Trezza fue totalmente inofensivo, Felipe Carballo se escondía y dentro de los que entraron, el "Torito" tuvo un partido irregular cuando ingresó a los 35 por el lesionado Rafael García mientras que Andrés D'Alessandro apenas tuvo algunos pases y no mucho mas. El equipo en lo que refiere al rendimiento en general fue bastante malo; y en las individualidades solo se rescata la entrega de Matías Zunino (hasta que se fundió porque era él solo contra todos en el medio), Sergio Rochet en el arco, algunos chispazos de Ocampo en el segundo tiempo y algo de Armando Méndez y de Santiago Ramírez cuando ingresaron.
Apenas iniciado el complemento, se dio lo que se veía venir en el primer tiempo: Progreso abrió el marcador por medio del delantero Gastón Colman que fue un tormento para la defensa de Nacional. El rival tuvo lo que Nacional careció: entrega, fútbol y rendimientos muy buenos como el del propio Colman, Rodrigo Formento en el arco, una defensa firme con Rodrigo Mieres a la cabeza y a un Nahuel Roldán que fue un socio muy bueno en el tandem ofensivo con Colman.
Para colmo de males, Gonzalo Bergessio a los 73 tuvo un penal que fue contenido por Rodrigo Formento; cabe aclarar que el penal no fue porque no hubo falta del jugador Andrés Romero sobre Leandro Fernández.
Por lo expuesto por ambos equipos, a resumidas cuentas, el resultado fue justo. Nacional continúa hipotecando las chances del tricampeonato y Progreso ganó tres puntos de oro pensando en la permanencia.
















